Costa Verde

Costa Verde, una playa fría con un viento gélido, un horizonte gris, es lo que me ofrece este lívido paraje, comentarios que van y vienen como las olas que golpean en la orilla, como la espuma se desvanecen pues su peso y sentido son efímeros como la existencia misma de su origen.
Nunca una construcción duradera, ningún aprendizaje real que te pueda acompañar... así son los días que me acompañan en una estructura de seguridad.
Horas de apatía y espera, tiempos de atención asíncronos, volúmenes de cosas que pasan por lote y personas que corren de un lad a otro. Y en silencio veo como se termina, así como empezó sin pena ni gloria.

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